Los bancos centrales y su compromiso para controlar la inflación: Carstens

La respuesta decidida y oportuna de los bancos centrales en la lucha contra la inflación ha allanado el camino hacia un aterrizaje suave, afirmó Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS), durante una conferencia en la Universidad Goethe de Frankfurt, Alemania. Carstens destacó que la disminución de la inflación, junto con la resistencia sorprendente de la actividad y los mercados laborales, indica un progreso significativo hacia los objetivos de inflación.
En medio de las tensiones económicas mundiales de los últimos años, Carstens enfatizó la importancia de un aterrizaje suave, lo que fortalecería la confianza en las políticas macroeconómicas. Señaló que las noticias son alentadoras en cuanto a la inflación, ya que ha disminuido considerablemente en comparación con hace un año, tanto en las economías avanzadas como en los mercados emergentes.
Carstens reconoció que la reducción de la inflación no se debe únicamente a las políticas de los bancos centrales, sino también a la caída de los precios de las materias primas y a la mitigación de las perturbaciones de la oferta relacionadas con la pandemia. Sin embargo, subrayó que la política monetaria estricta de los bancos centrales desempeñó un papel crucial al limitar la demanda y al mantener la confianza, lo que permitió reducir la inflación sin provocar una gran recesión.
Enfatizó que la firme determinación de los bancos centrales en cumplir sus mandatos fue evidente en sus acciones durante este período. En resumen, Carstens destacó el compromiso continuo de los bancos centrales en la lucha contra la inflación y su papel fundamental en el logro de la estabilidad económica.
Carstens hace un llamado a mantener la vigilancia
Agustín Carstens, gerente general del BIS, argumenta que un «aterrizaje suave» en la lucha contra la inflación no está asegurado, ya que los bancos centrales aún tienen trabajo por hacer. Aunque la inflación ha disminuido, todavía supera los objetivos establecidos por los organismos monetarios.
Advirtió sobre los obstáculos futuros, incluyendo los riesgos a mediano plazo como la desglobalización, la fragmentación económica, las tendencias demográficas adversas y la urgencia de abordar el cambio climático. Destacó que mantener el rumbo es crucial para preservar la confianza pública en la moneda.
Carstens subrayó la posibilidad de que los bancos centrales deban mantener una postura restrictiva durante un período prolongado para asegurar la estabilidad monetaria. Además, destacó la importancia de la confianza en los bancos centrales como referencia clave para las decisiones económicas.
En cuanto a la estabilidad macrofinanciera, Carstens enfatizó la necesidad de coherencia en las políticas monetarias, financieras y fiscales para generar confianza en la población. Señaló que la pérdida de confianza durante crisis como la pandemia de Covid y la guerra en Ucrania podría socavar la estabilidad de precios.
Carstens también urgió a comenzar la consolidación fiscal de inmediato en diversas economías, ya que las políticas actuales podrían aumentar la deuda pública en las próximas décadas. Destacó que una salud fiscal sólida no solo evita crisis, sino que también proporciona beneficios tangibles al aumentar el espacio fiscal para respuestas políticas expansivas ante eventos adversos.
El crecimiento acelerado del sector financiero no bancario fue abordado por el gerente general del Banco de Pagos Internacionales, quien destacó la urgencia de una mayor supervisión y regulación en vista de recientes episodios de extrema inestabilidad.
Señaló que la interconexión entre este sector y el sistema bancario tradicional, junto con la tendencia hacia un apalancamiento opaco y excesivo, así como desajustes significativos de liquidez, plantea riesgos sistémicos significativos. Advirtió que eventos imprevistos en este sector podrían desencadenar crisis financieras sistémicas.