Canadá y México intensifican esta semana las negociaciones sobre fentanilo y seguridad fronteriza para evitar aranceles

Canadá y México se encuentran en proceso de reforzar sus gestiones durante la presente semana con el fin de evitar la aplicación de aranceles del 25% sobre sus exportaciones hacia Estados Unidos. Las conversaciones buscan convencer al Gobierno del presidente Donald Trump de que las medidas adoptadas para incrementar la seguridad en la frontera y contrarrestar el tráfico de fentanilo están dando resultados, antes de que expire el plazo del 4 de marzo.
Ambos países han implementado acciones orientadas a fortalecer la seguridad fronteriza, lo que les ha permitido obtener un aplazamiento de un mes en la imposición de los aranceles, los cuales podrían generar efectos significativos en una economía norteamericana altamente integrada. Las negociaciones previstas para esta semana, en conjunto con los nuevos informes del Departamento de Seguridad Nacional, determinarán si el Gobierno de Trump decide prorrogar la suspensión arancelaria, según indicó Dan Ujczo, abogado especializado en temas comerciales entre Estados Unidos y Canadá.
Incluso en caso de prórroga, Ujczo señaló que es probable que la administración estadounidense mantenga la amenaza de aplicar los aranceles hasta contar con evidencias concluyentes de que las medidas fronterizas han logrado detener el flujo de migrantes y fentanilo. “Se están evidenciando progresos en el frente de la seguridad”, afirmó el abogado senior de Thompson Hine en Columbus, Ohio, aunque advirtió que resulta demasiado optimista suponer que dichos aranceles serán eliminados por completo.
La Casa Blanca, la oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos y el Departamento de Comercio no han ofrecido comentarios sobre las negociaciones que se esperan antes del 4 de marzo, fecha en la que se implementarían los aranceles sobre importaciones estadounidenses provenientes de ambos países, por un valor superior a 918,000 millones de dólares, abarcando productos que van desde automóviles hasta energía.
Más amenazas arancelarias
Desde la amenaza inicial de imponer aranceles del 25% y la aplicación de una tasa del 10% a todas las importaciones chinas, el presidente Trump ha anunciado una serie de medidas arancelarias adicionales que podrían complicar aún más las negociaciones fronterizas. Entre estas se encuentra el incremento sustancial de los aranceles sobre el acero y el aluminio, fijados en un 25% y que implican la eliminación de las exenciones históricas para Canadá y México, principales proveedores estadounidenses de estos metales. Dichos aumentos, que también afectan a cientos de productos derivados del acero, entrarán en vigor una semana después de la aplicación de los aranceles fronterizos, el 12 de marzo.
Asimismo, Trump ha manifestado su intención de imponer aranceles del 25% a las importaciones de automóviles, productos farmacéuticos y semiconductores, además de ordenar aranceles “recíprocos” para equiparar las tasas impositivas y las barreras comerciales existentes en otros países. Ujczo indicó que la amenaza de estos nuevos aranceles podría marcar el inicio anticipado de una renegociación del acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá, programada para 2026. Cabe recordar que, tras renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de 1994, Trump promulgó el T-MEC en 2020, aunque ha expresado de manera creciente su descontento con las importaciones de automóviles procedentes de México y Canadá.
Avances citados
El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, informó el pasado jueves haber mantenido un “diálogo constructivo” en una reunión con los principales funcionarios comerciales de la administración Trump, entre ellos el secretario de Comercio, Howard Lutnick, el asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, y el nominado a representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer. Ebrard comentó en una publicación en X que el “trabajo conjunto” en materia comercial con Estados Unidos dará inicio el lunes.
En paralelo, México ha comenzado a desplegar hasta 10,000 efectivos de la guardia nacional en su frontera norte, como parte del acuerdo que, según indicó la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, también insta a Estados Unidos a colaborar para detener el flujo de armas de fuego hacia el país. Por su parte, Canadá creó a principios de este mes un nuevo cargo destinado a coordinar la lucha contra el contrabando de fentanilo, designando al alto funcionario de inteligencia Kevin Brosseau. Ottawa también ha reclasificado a los cárteles de la droga como entidades terroristas y ha desplegado drones, helicópteros y otras tecnologías de vigilancia en su extensa frontera con Estados Unidos.
En diciembre, el Gobierno canadiense anunció un incremento de 1,300 millones de dólares canadienses (913 millones de dólares estadounidenses) en el gasto destinado a la seguridad fronteriza, en respuesta a la amenaza arancelaria de Trump. Además, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha mantenido un contacto estrecho con Trump sobre los asuntos fronterizos durante los últimos días, incluyendo una llamada el pasado sábado en la que se discutieron esfuerzos conjuntos para frenar el comercio de fentanilo. Trudeau ha advertido la posibilidad de imponer aranceles de represalia por un valor de 155,000 millones de dólares canadienses (107,000 millones de dólares estadounidenses) sobre productos estadounidenses —entre los que se encuentran la cerveza, el vino, el bourbon y el jugo de naranja de Florida—, aunque señaló la semana pasada que Canadá “va a hacer el trabajo” para asegurar que dichos aranceles no se materialicen.
Obstáculos
Funcionarios de la Casa Blanca han destacado que Canadá, México y China representan rutas de entrada para el fentanilo y sus precursores químicos en Estados Unidos, a través de pequeños paquetes que habitualmente no son inspeccionados. Un obstáculo significativo para detener estos envíos es la pausa en la orden abrupta de Trump que suspendió la exención “de minimis” libre de impuestos para paquetes valorados en menos de 800 dólares provenientes de dichos países, debido a la carencia de procedimientos para revisar los millones de paquetes exprés de bajo valor que ingresan diariamente a los aeropuertos estadounidenses.
No se ha determinado cuándo la agencia de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos podrá subsanar esta laguna en la normativa “de minimis”. El decreto inicial de Trump sobre el fentanilo y los aranceles fronterizos ordenaba a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, que presentara informes periódicos sobre la crisis tanto a Trump como al Congreso.