La inflación en México mantuvo su tendencia a la baja durante enero de 2025, al ubicarse en 3.59% anual, frente al 4.21% registrado en diciembre de 2024, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Este nivel representa el más bajo en cuatro años, desde el 3.54% reportado en enero de 2021.
El comportamiento del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) estuvo impulsado por la moderación en la inflación no subyacente, que registró una tasa anual de 3.35%, acumulando tres meses de desaceleración. Sin embargo, la inflación subyacente, que refleja con mayor precisión la evolución de los precios en la economía, se aceleró por segundo mes consecutivo y alcanzó un 3.66% anual.
El informe del INEGI se da a conocer un día después de que el Banco de México (Banxico) redujo la tasa de interés en 50 puntos base, situándola en 9.50%, en un esfuerzo por equilibrar la política monetaria y continuar con el proceso de desinflación.
Factores que impulsaron la inflación
El análisis detallado de los datos de enero revela tendencias mixtas en los componentes de la inflación:
- Servicios: Registraron una inflación de 4.69% anual, con una moderación desde el 4.93% de diciembre de 2024, su nivel más bajo desde marzo de 2022.
- Agropecuarios: Se ubicaron en 0.56% anual, el menor nivel desde diciembre de 2019, debido principalmente a la reducción de precios en frutas y verduras, que presentaron una variación negativa de -7.73% anual.
- Mercancías: Aumentaron a 2.74% anual, acumulando dos meses de aceleración tras 24 meses de tendencia a la baja.
- Energéticos y tarifas gubernamentales: Subieron a 5.33% anual, impulsadas por el incremento en los precios de los energéticos, que alcanzaron una inflación del 6.34% anual.
Perspectivas y riesgos para la inflación
El Banco de México mantiene su objetivo de inflación en 3%, por lo que la reciente desaceleración refuerza su postura de política monetaria moderada. Sin embargo, expertos advierten que aún existen riesgos al alza, derivados de la volatilidad cambiaria y la evolución de la demanda interna.
“El informe de inflación es positivo y respalda la postura de Banxico, pero la inflación subyacente sigue mostrando presiones. La desaceleración de la demanda y las condiciones financieras restrictivas están contribuyendo a la reducción de la inflación, pero los riesgos inflacionarios siguen presentes”, señaló Andrés Abadía, economista en jefe para LATAM de Pantheon Macroeconomics.
En términos mensuales, el INPC avanzó 0.29% en enero, la menor alza para un mes de enero desde 2019. La inflación subyacente creció 0.41%, mientras que la no subyacente cayó -0.14%, registrando su primer dato negativo en más de cinco años.
Con estos resultados, México avanza hacia la consolidación de una inflación estable, aunque persisten desafíos en el panorama económico y monetario del país.
