México consolida su liderazgo como principal socio comercial de EE.UU. en 2024

Uno de los principales argumentos en contra de la posible imposición de aranceles del 25 % por parte de Donald Trump radica en la creciente interdependencia económica entre México y Estados Unidos. Durante 2024, México se posicionó como el socio comercial más importante de la economía estadounidense, con exportaciones que alcanzaron los 505,850 millones de dólares, reflejando un incremento del 6.44 % respecto al año anterior, según datos de la Oficina del Censo.
El país capturó 15.5 % de las importaciones estadounidenses, superando a China (13.4 %) y Canadá (12.6 %), lo que refuerza su papel estratégico en el comercio norteamericano.
México, un mercado clave para las exportaciones de EE.UU.
El flujo comercial no es unidireccional. México también desempeña un papel crucial como comprador de bienes estadounidenses. En 2024, las importaciones mexicanas desde EE.UU. sumaron 334,041 millones de dólares, un aumento del 3.5 % en comparación con 2023.
Con este volumen de importaciones, México se consolidó como el segundo mayor destino de los productos estadounidenses, con una participación del 16.2 % del total, ubicándose solo por debajo de Canadá (16.9 %) y muy por delante de China (7 %).
Comercio bilateral en niveles récord
El comercio total entre ambos países, considerando exportaciones e importaciones, alcanzó una cifra histórica de 839,892 millones de dólares en 2024, lo que representa un crecimiento anual del 5.3 %.
Este desempeño permitió que México no solo mantuviera su liderazgo como principal socio comercial de EE.UU., sino que ampliara su participación en el comercio exterior estadounidense al 15.8 %, superando el 14.9 % registrado en 2023.
Sectores clave como el automotriz, electrónico y agrícola han impulsado este crecimiento, aprovechando las condiciones favorables del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el cual sigue facilitando el flujo de bienes y servicios en la región.
¿Trump buscará renegociar el T-MEC?
Las recientes declaraciones de Donald Trump han reavivado la posibilidad de una renegociación del T-MEC. Marcelo Ebrard, secretario de Economía, señaló que las amenazas de aranceles por parte del expresidente son un indicio de que su administración podría buscar ajustes en el tratado comercial.
«Existe una orden ejecutiva para acelerar la revisión del acuerdo, lo cual es una buena señal», afirmó Ebrard en entrevista con Ciro Gómez Leyva el 4 de febrero.
Como parte de su estrategia comercial, Trump ordenó una evaluación integral de la política comercial de EE.UU., cuyos resultados deberán presentarse antes del 1 de abril. Asimismo, el Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) iniciará un proceso de consulta pública para la revisión del T-MEC, programada para julio de 2026.
Este análisis examinará el impacto del tratado en sectores estratégicos como la agricultura, la ganadería y la manufactura, con el objetivo de presentar un informe al Congreso.
Ebrard destacó que una renegociación anticipada del T-MEC podría reducir la incertidumbre en los mercados, favoreciendo la estabilidad económica. «Entre más duren las negociaciones, mayor incertidumbre se genera. Si se llega a un acuerdo antes, será mucho mejor para México», subrayó.
La resiliencia del comercio regional
El liderazgo de México en el comercio con EE.UU. refleja una integración sin precedentes en la región. Daniel Covarrubias, director del Texas Center for Border Economic and Enterprise Development en Texas A&M International University, destacó que el nearshoring y el T-MEC han sido factores clave en este proceso.
«México provee el 68 % de los insumos utilizados en bienes manufacturados en EE.UU., lo que fortalece la resiliencia económica de la región ante desafíos globales», explicó Covarrubias.
Por su parte, Ramsé Gutiérrez, vicepresidente sénior y codirector de inversiones en Franklin Templeton México, señaló que a pesar de una ligera caída en las exportaciones estadounidenses hacia México en diciembre, «el comercio bilateral alcanzó niveles récord cada mes del año, consolidando un 2024 histórico».
Gutiérrez también advirtió sobre los desafíos que podrían surgir con las nuevas políticas comerciales de EE.UU. y un posible enfriamiento en su mercado laboral, aunque enfatizó que la solidez de las cadenas de producción entre ambos países seguirá siendo un factor determinante.
«La interdependencia entre México y EE.UU. resalta las ventajas competitivas de la región y continuará impulsando el crecimiento, pese a los retos coyunturales», afirmó.
Retos e incertidumbre en el corto plazo
Víctor Ceja, economista en jefe de VALMEX, destacó que la permanencia de México como el principal socio comercial de EE.UU. representa un factor positivo para el crecimiento económico, la generación de empleo y la atracción de inversión extranjera.
No obstante, Covarrubias advirtió que la renegociación del T-MEC en 2026, junto con crecientes tensiones en temas de migración y seguridad, podrían generar volatilidad.
«Las amenazas de aranceles y medidas proteccionistas incrementan la incertidumbre, pero también pueden abrir la puerta a soluciones que fortalezcan la relación comercial», indicó. Además, enfatizó que sectores emergentes como los semiconductores y la energía limpia ofrecen nuevas oportunidades de inversión y colaboración en la región.
Ceja coincidió en que el riesgo de aranceles por parte del gobierno de Trump podría afectar los flujos comerciales, aunque una negociación anticipada del T-MEC reduciría la incertidumbre.
«Si se adelanta la revisión del tratado, originalmente programada para 2026, la estabilidad del comercio bilateral podría fortalecerse», concluyó.