México rompe récord en remesas con 66,745 mdd, pero se vislumbra una desaceleración

México alcanzó un nuevo récord histórico en la recepción de remesas al cierre de 2024, con un total de 64,745 millones de dólares, consolidando once años consecutivos de crecimiento en este indicador. Sin embargo, a pesar del hito alcanzado, los datos del Banco de México (Banxico) reflejan una desaceleración en el ritmo de crecimiento, con señales de volatilidad que han generado inquietud en el sector financiero y económico del país.
El incremento anual fue del 2.3%, la menor tasa de crecimiento desde 2013, año en que las remesas registraron una contracción. Además, los flujos de diciembre mostraron un descenso del 4.9% interanual, sumando 5,228 millones de dólares en el mes. Esta caída representa la primera variación negativa para un mes de diciembre desde 2015, lo que ha encendido las alertas en torno a la estabilidad de estos recursos en los próximos meses.
Factores Claves en la Moderación del Crecimiento de Remesas
Si bien el flujo de remesas ha sido un pilar fundamental en la economía mexicana, especialistas advierten que su crecimiento se ha ralentizado en los últimos años. De acuerdo con Banxico, uno de los factores determinantes en la caída de diciembre fue la disminución del 1.1% en el número de envíos y la reducción del 3.8% en el valor promedio de la remesa, que se ubicó en 375 dólares.
Por otro lado, en términos mensuales, las remesas mostraron una contracción del 3.8% en diciembre respecto a noviembre, sumando dos meses consecutivos a la baja, lo que refuerza la hipótesis de una desaceleración estructural en el envío de estos recursos.
Analistas de BBVA México han señalado que la volatilidad en el flujo de remesas comenzó a notarse desde noviembre de 2023. En el periodo de catorce meses comprendido entre noviembre de 2023 y diciembre de 2024, se ha observado una tendencia de fluctuaciones pronunciadas, lo que contrasta con el comportamiento estable de años anteriores.
Impacto del Entorno Político y Económico en EE.UU.
Uno de los factores que podría estar influyendo en esta tendencia es la situación política en Estados Unidos, principal país de origen de las remesas hacia México. La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales ha generado incertidumbre en los mercados financieros y en la comunidad migrante, ya que su administración ha impulsado políticas migratorias más restrictivas que podrían afectar el flujo de remesas.
Analistas de Banamex advierten que la desaceleración en la creación de empleos en EE.UU. también ha jugado un papel determinante en este fenómeno, ya que una menor generación de plazas laborales impacta directamente en la capacidad de los trabajadores mexicanos en el extranjero para enviar dinero a sus familias en México.
Además, expertos de Banorte han alertado sobre los riesgos adicionales derivados de la posibilidad de redadas y deportaciones masivas, lo que afectaría el ingreso de las familias dependientes de estos recursos. También se prevé la implementación de mayor regulación financiera sobre el flujo de dinero transfronterizo, lo que podría traducirse en costos más altos para las remesas o incluso en restricciones en los montos enviados.
Impacto en los Estados de la República Mexicana
La desaceleración en el crecimiento de remesas no ha sido uniforme en todo el país. Según datos del Banco de México, en 17 estados se registraron caídas en la recepción de estos flujos durante 2024. Los estados más afectados fueron:
- Sinaloa (-17.7%)
- Baja California Sur (-15.9%)
- Coahuila (-9.6%)
En contraste, algunas entidades presentaron aumentos notables en la captación de remesas, destacando:
- Ciudad de México (+21.1%)
- Puebla (+7.1%)
- Oaxaca (+6.8%)
Por su parte, Michoacán recuperó su posición como el estado con mayor recepción de remesas, al captar 5,646.5 millones de dólares, desplazando a Guanajuato (5,645.2 millones de dólares) al segundo lugar y dejando en tercera posición a Jalisco (5,503 millones de dólares).
Efecto del Tipo de Cambio en las Remesas
A pesar de la desaceleración en términos nominales, el efecto del tipo de cambio ha favorecido el poder adquisitivo de los receptores de remesas en México. Según Alberto Ramos, economista para América Latina de Goldman Sachs, debido a la depreciación del 14.9% del peso frente al dólar desde diciembre de 2023, el flujo de remesas en términos reales aumentó un 7.2% interanual, mientras que en el cuarto trimestre de 2024 el incremento fue del 15.4%.
Este efecto cambiario ha compensado en cierta medida la menor expansión en los envíos de dinero, permitiendo que las familias que dependen de estos recursos mantengan cierto nivel de estabilidad económica. No obstante, la incertidumbre sobre la evolución del tipo de cambio y su impacto en las remesas persiste en el mediano plazo.
Perspectivas para 2025: Riesgos y Escenarios Probables
Las proyecciones para 2025 sugieren que la volatilidad en el flujo de remesas podría continuar. Expertos del sector financiero y bancario han identificado varios factores clave que podrían influir en la evolución de estos recursos:
- Políticas migratorias más restrictivas en EE.UU., lo que podría afectar el empleo de los migrantes mexicanos y la estabilidad en sus envíos.
- Aumento en la regulación financiera de transferencias internacionales, que podría encarecer o limitar el envío de remesas.
- El desempeño económico de Estados Unidos, particularmente en la generación de empleos en sectores donde trabajan migrantes mexicanos.
- El posible establecimiento de aranceles entre EE.UU. y México, lo que afectaría la actividad económica y, por ende, el flujo de dinero entre ambos países.
- Condiciones cambiarias, ya que un peso más depreciado frente al dólar podría compensar una menor cantidad de envíos.
En este contexto, las familias mexicanas que dependen de estos recursos deberán prepararse ante posibles fluctuaciones en el ingreso por remesas. Mientras tanto, el sector financiero y las autoridades deberán monitorear de cerca la evolución de estos flujos para anticipar medidas que mitiguen cualquier impacto negativo.
El mercado de remesas sigue siendo un pilar fundamental para la economía mexicana, pero su evolución en 2025 dependerá en gran medida del entorno económico y político global, así como de las estrategias que implemente el nuevo gobierno de EE.UU. en materia migratoria y financiera.